
El año 2025 quedará marcado en la historia como el momento en que el anime conquistó definitivamente al público de las salas de cine brasileñas .
Con más de 30 estrenos a lo largo del año, el país vivió una auténtica celebración de la animación japonesa, con cifras de taquilla récord, premios internacionales y festivales dedicados a los grandes clásicos del género.
Entre los hitos más importantes del año, el fenómeno Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba se convirtió en la película de anime más taquillera de la historia , consolidando su éxito mundial. Otro hito fue Flow , que ganó el Globo de Oro a la Mejor Película de Animación , otorgando reconocimiento a la industria del cine japonés contemporáneo.
Además, el público brasileño tuvo la oportunidad de ver producciones nuevas y muy esperadas como Chainsaw Man: The Movie – Arc of Reze , Attack on Titan: The Last Attack , Kaiju No. 8 – Reconnaissance Mission y Jujutsu Kaisen: Execution , que llegaron en noviembre.
Pero el plato fuerte fue el Festival de Studio Ghibli , que proyectó 14 películas clásicas en cines, entre ellas El viaje de Chihiro , Mi vecino Totoro , El castillo ambulante , Ponyo y Kiki: Entregas a domicilio . La respuesta del público fue tan positiva que la segunda parte del Festival de Ghibli ya está confirmada para la primera mitad de 2026 , con proyecciones de La princesa Mononoke , El cuento de la princesa Kaguya y otras siete películas.
Desde reestrenos históricos hasta estrenos totalmente nuevos, 2025 fue el año en que el anime dominó las salas de cine brasileñas . El crecimiento de las distribuidoras, el interés del público y la calidad de las producciones japonesas consolidaron al país como uno de los mayores mercados de películas de animación del mundo.